En el cole habían organizado una excursión.
¡Pasarían dos noches fuera de casa!
Además dormirían en tiendas de campaña. Seria muy divertido.
La noche anterior durmieron poco y se levantaron muy temprano.
Aunque ya tenían las mochilas preparadas, volvieron locos a sus padres:
-¿Va la linterna?
-¿Llevo los calcetines?
-¿Echaste la brújula?
A saber para que querría Candela una brújula si no sabia usarla, ni llevaba mapas, pero la llevaba.
Llegaron muy temprano a la plaza donde les recogería el autobús, pero ya estaban casi todos los amigos y sus padres y se fue organizando un buen jaleo. Cuando llego el autobús, subieron corriendo y se pasaron el viaje cantando. Y preguntando:
-¿Cuánto falta para llegar?
-¿Cuándo llegamos?…




