Nuria
Llevaba 3 años en el equipo siempre había sido la más pequeña, en centímetros, pero era muy buena en el toque de dedos y pronto se convirtió en una de las colocadoras.
Era una líder sin tener que hablar mucho. Una buena parte del equipo eran sus amigas que se habían venido a jugar con nosotras, y el resto la respetaba. Como colocadora era capaz de recibir un “búcaro” y devolver un balón perfecto.
Para ella la red era un tormento, si estaba floja se colaba en el otro campo sin poderlo remediar si estaba muy tensa escupía el balón y si iba a fintar arriba de la red, las chicas altas del otro equipo le ponían un “gorro”.
Paula había levantado ese balón que parecía imposible, y ahora iba muy alto y pegado a la red, podía agacharse y esperarla abajo, como le había explicado una y mil veces Jose, o …, y Nuria voló a por el balón, lo toco casi a la altura de la cinta lo colocó para la central, cuando cayó al suelo y volvió a seguir la jugada ya el balón había pasado al otro campo, corrió a su sitio de defensa, podía parecer la misma de siempre pero algo había cambiado en ella, parecía más alta, pensó Jose; claro que era más alta! 15 centímetros por lo menos en estos 3 años, otros 15 que saltaba más que al principio, 5 centímetros de longitud en los brazos y un “metro” de experiencia.
